El Origen de la Pizza

Por: Lic. Gabriela de Quintero

Hurgando entre papeles y periódicos viejos, me enteré de algo que muchos deben saber, pero otros tanto como yo deben ignorar (o ignoraba), siempre que escucho el nombre de la pizza a mi mente viene una de las comidas típicas de Italia, hay a quienes incluso les he escuchado decir que vivirían con gusto en ese país, con una carta gastronómica tan extensa, para sólo comer y comer pizza; pues, que desilusión enterarme que la pizza no es de origen italiano.

Resulta que el hombre primitivo (señores estoy hablando de miles de años antes de Cristo) empleaba la harina procesada artesanalmente y el agua para hacer una masa y de la forma más rústica (el trigo era molido entre piedras) elaboraba una especie de pan llamado “chappatis”, era de contextura fina para su mejor cocimiento y tenía forma redonda como homenaje a los dioses que los pueblos antiguos adoraban: el sol y la luna, para finalizar, su cocimiento se llevaba a cabo sobre piedras calientes con la energía del sol; este es el origen de nuestra tan querida pizza.

“Chappattis” es una palabra de origen Pakistán, ya que en esa zona fue que empezó la “panificación” y quiere decir pan rústico o pan campesino.

Hoy en día el llamado “chappatis” ha sufrido grandes cambios y los seguirá sufriendo, todo con la finalidad de ofrecer al comensal una variedad más de una de las comidas de mayor venta en la actualidad pues le gusta a todos ya que tienes la opción de pedirla como quieras y comerla cuando quieras, hay pizzerías en cualquier esquina y en cualquier ciudad y a pesar que en nuestros tiempos todo se ha industrializado y se le hayan agregado ingredientes y condimentos de acuerdo a los gustos y costumbres de cualquier parte del mundo, es y seguirá siendo uno de los platos más exquisitos y con mayor aceptación a nivel mundial.

En fin, uno todos los días aprende algo nuevo, el dato lo encontré en un artículo que se llama “La Pizza: Fenómeno Gastronómico de este Siglo” publicado en el año 1988 en el diario Panorama, por uno de los mejores panaderos de nuestra ciudad y con un doctorado en ciencias de la nutrición: Giovanni Petrella Battista , por cierto, oriundo de Italia.